CAMBIOS y AMPLIACIONES.

Una vez terminadas las obras del patio, que ha quedado más bonito "que un San Luis de Palo", llegó el momento de replantear los habitáculos de nuestros pájaros.

La voladera blanca no tenía problemas, bueno si solo un jilguero guasón, que no deja en paz a los Mandarines, ni a los Canarios. Había que buscarle una solución.

Y los agapornis estaban en una jaula doble pero para ellos un poco, bastante, pequeña.

Y empezamos la búsqueda de algo que les viniera bien.

Diseñé varias voladeras para hacerla yo mismo, pero en madera no quería, pues aparte del precio de la materia prima, iba al exterior y la madera y los pájaros no son buen binomio, pues en la madera se crían piojillos que afectan a los pájaros. Empecé a mirar para hacerlo en hierro dulce, pero el importe se iba a 180€, sin contar con la pintura, así que empecé a buscar una comercial.

Busqué por internet y encontré una en Sevilla (229€) y otra en Lugo (255€ + 20€ gasto de envío). Hablando con un compañero de trabajo, me indicó una tienda en Chiclana. Una tienda diferente a Ávila Fornell y a la Pedriza, esa tienda se llama Ávila, solo Ávila.

Total que fuimos a Ávila y entramos. Si señor tienda bonita y con todo lo que a animales se refiere. Sorpresa, la misma voladera (175*125*75cm) que en Lugo pero más económica, ésta solo 253,5€. Entre el precio y los consejos del personal de agapornis club, pues me decidí.

Total que decidido a compralo, gracias a los ánimos de Mari, empezamos a negociar la compra.

Primer problema, la única en existencia era la de exposición y esta estaba un poco arañada, pero poco, y además en sitio que no se ve. Le dije que no, que la quería y me dio que al día siguiente le llegaría una, pero que si quería esa le quitaba 20€, le dije que no.

Al día siguiente, al salir de trabajar a las 18:45h y antes de ir a Chiclana, decidí llamar a la tienda para no hacer el viaje en bano. Me dijo que no le había llegado y que debía esperar de 15 a 20 días o me llevaba la que estaba un poco tocada por 210€, así que hice el trato. Al fin y al cabo, los arañazos no eras gran cosa y rebajaba 43,50€.

Así que para casa con la nueva voladera.

Como se puede ver la voladera se pude dividir en dos partes en el sentido vertical (arriba y abajo) y así poder tener varios espécimenes en el mismo lugar.

Cuando ya estuvo todo preparado metimos a los agapornis en su nuevo hogar, es un sitio donde podrán realizar vuelos y tendrán mucho espacio para ellos.

Pero a los agapornir, igual que el resto de pájaros, les viene mejor la madera en vez del plástico para apoyarse. Así que en la mañana de hoy domingo Julio y yo fuimos, en bici, a buscar unas ramas para los agapornis y el resto de pájaros.

Fuimos por la parte del Cerro, donde siempre se pueden encontrar ramas de los árboles que ahora en invierno acaban de podar.

Y cuando llegamos a casa, el momento de instalarlo dentro de la voladera de los agapornis.

Antes:

Y después:

Cosa que Manolita y Boni, aceptaron del tirón.

Tengo que ponerles más y sobre todo cambiar los posaderos de plásticos por unos de maderas.