Después de que los mandarines hayan dado la primera vida alada en casa y que siga calentando los huevos de una segunda puesta, le toca el turno a los canarios.
Esta preciosa hembra de raza española, digo raza y no nacionalidad, fue adquirida, el 30 de marzo, a un compañero de trabajo por 18€.
Él la vendía pues de todas las que tenía era la que no le había encontrado macho y no le terminaba de gustar, pues era muy pequeña de tamaño para lo que él busca. Motivo que a mi me daba igual.
La empecé echando con el jilguero en una pajarera de cría. A las dos semanas y sin que se viera interés mutuo decidí echar a ambos (jilguero y canaria) en la voladera común. Pensé que esta temporada ya era tarde para criar con los canarios.
Tener a la hembra en la voladera donde hay más macho tiene un problema en caso de que la hembra ponga huevos, no se sabrá quien es el padre.
Como los cortejos entre los dos machos canarios y la hembra eran continuos decidí instalar un nido. Nido de canarios. Los tres (la canaria y los 2 canarios) se pusieron rápidamente a llenarlo hilos de tela arpillera.
Y el día 25 de abril ponía el primer huevo.
El día 28, al cuarto de la primera puesta ya no pondría más, así que solo tendría que incubar 3 huevos, se nota que es primeriza.
Desde entonces ella, la canaria, no para de incubar los tres huevos. Para ellos a ella le ha subido la temperatura corporal unos grados. Por eso es aconsejable que a mediados de junio, se retire el nido. De esta manera no haremos que la hembra sufra más de lo normal.
Solo uno de ellos, los machos, este:
se dedica a darle de comer a la hembra como si fuera un pichón, así la hembra apenas abandona el nido.
Y siguiendo la norma de los 13 día y medio de incubación, al igual que los mandarines, esperaremos que el día 9 de mayo, empiecen a nacer los pichones.
Un día antes los habrá tenido que hacer lo de los mandarines.
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